Una casa ecológica no solo es estética y está en armonía con el entorno y la naturaleza que la rodea sino que además es autosustentable. La idea es que estas casas funcionen de forma independientes, cuestión que no solamente ayuda al bolsillo de los residentes sino que también al planeta.
Algunas de las características de una casa ecológica son:
- Utilizan energía renovable propia para auto-abastecerse.
Por lo general se utiliza energía solar (térmica y fotovoltaica) dado que es una de las alternativas más económicas. Aunque dependiendo de distintas factores ambientales en el que la casa se encuentre se puede optar por una u otra alternativa de energía renovable. Por cierto requieren de la mayor eficiencia energética posible.
En el caso de la energía solar se debe asegurar que los paneles solares tengan el ángulo de inclinación óptimo y estén direccionados al sol la mayor cantidad de tiempo posible, sin ningún obstáculo (sombras), para optimizar su capacidad.
- Mayor aprovechamiento de los recursos y mínimo consumo de los recursos posible.
Se diseña y construye de forma que pueda ser autosustentable ya sea reutilizando y aprovechando el agua de lluvia y utilizando materiales aislantes térmicos para utilizar el mínimo de energía en calefacción.
Es importante hacer una distribución inteligente de ventanas, puertas, terrazas y demás elementos según se precise de un mayor o menor aislamiento en distintas zonas de la casa.
- Amigable con el medio ambiente.
Debe ser construida con materiales no tóxicos, utilizar energía renovable y optimizar el uso de los recursos.
- Estética y armónica con la naturaleza.
El diseño es indispensable. Debe tener armonía con el entorno en el que se encuentra y ser sumamente agradable a la vista.
Con las mejoras tecnológicas en materia de energía renovable, reducción de costos y una mayor concientización de la sociedad es posible este tipo de casas. La construcción de la misma es en promedio un 15% más caro que el de una casa normal. Si bien es una inversión importante no solamente colaboras con el cuidado del medio ambiente sino también con tu economía a largo plazo.
La pregunta es: ¿Qué estamos esperando?
